Empresa holandesa recicla grasa humana para galleta
s para el Tercer Mundo
La Haya, 26 nov (EFE).- La empresa holandesa Irfak recicla la grasa humana sobrante de liposucciones para elaborar galletas y otros productos alimenticios para enviar a países en vías de desarrollo, según reconoce la propia empresa.
El programa de actualidad de la televisión holandesa "Netwerk" ofrecerá hoy un reportaje especial sobre la actividad de esta empresa.
En su página de Internet, la fundadora de Irfak, Mieke Smits, explica que su empresa
"recicla grasa humana y la transforma en alimentos que se exportan a países del Tercer Mundo" o a regiones con problemas de alimentación a causa de situaciones de guerra.
Smits explica que, por ejemplo, uno de sus productos, cerrado herméticamente para poder ser distribuido incluso en las situaciones más adversas, está compuesto de un "50 por ciento de grasa humana, otro 50 por ciento de azúcar y una enorme cantidad de vitaminas añadidas".
En una entrevista concedida a la televisión local del sur de Holanda, L1Tv, Smits deja ver el contenido de una bolsa que contiene "la grasa de nuestro primer ganador de nuestra promoción para conseguir donantes".
"La gente puede inscribirse a través de nuestra página de Internet y ganar una liposucción", que se sortea una vez cada medio año, según la web de la empresa.
Irfak colabora ya desde hace dos años con la clínica de cirujanos cosméticos "Van Gerven & Van Iersel", que son los que realizan las liposucciones sorteadas. EFE
SACATRIPAS CO-MENTA:
El destino cruel y despiadado corre sin descansar pisando siempre los talones de la humanidad entera hasta que un día nos alcanza y nos pasa por encima con lujo de violencia.
Recuerdo haber visto la película que trataba el tema de la nota como una historia "futurista" de "ciencia ficción", allá en mi muy lejana infancia que transcurrió en los ochentas. Esa película me hizo imaginar el mundo del futuro como un lugar caótico, violento, desolador, donde la gente tenía que comer gente para sobrevivir siendo este el nivel más bajo a donde podía caer el ser humano.
Al jugar con mis playmobil no podía apartar de mi mente lo que un día me depararía el futuro, ¿qué preferiría ser yo entonces: la galletita o el que se come la galletita?.
El destino a pesar de ser tan gacho, tiene buen sentido del humor y mucha ironía, resulta que las galletitas que hoy alimentan a los pobres están hechas con la gordura que les sobra a los ricos... ¡carajo!.
Pienso en las galletitas verdes de la película, pienso en las galletitas holandesas, pienso en las galletitas de Ebrard y pienso en mis play-mobil... ¿se dan cuenta de que todas esas galletitas están hechas con los mismos ingredientes?.
¿A dónde habrán ido a parar mis adorados play-móbil?. Se fueron y se llevaron mi infancia amenazada.