martes, 2 de febrero de 2010

HASTA EL OBISPO SAMUEL RUIZ
ESTA CONTRA LAS UNIONES GAY

El obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Samuel Ruiz, rechazó las reformas aprobadas por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo y su posibilidad de adoptar infantes.

El órgano de Evangelización, Comunión y Opinión de la Arquidiócesis de México informó que Samuel Ruiz destacó que estas uniones son contra la naturaleza porque “Dios creó al hombre y lo creó como hombre y mujer, no un solo género sino ambos, de manera que hay una complementaridad”, explicó.

“Es absurdo tratar de legalizar uniones del mismo género que van en contra de la naturaleza”, expuso.
Agregó que las iniciativas que permiten las bodas gay son “consecuencias del pecado, de la pérdida de la fe en Dios creador”.

SACATRAPOS DICHE
ORALE...HASTA UN OBISPO QUE HA PASADO EN LA VIDA COMO UN HOMBRE AVANZADO SE TOPA CON LA IGLESIA ARCAICA Y CIEGA A LAS REALIDADES DEL MUNDO.


AQUI ESTA CON OTRO OBISPO MITOTERO, MUY DE IZQUIERDAS,
RAUL VERA, APOYANDO AL SME

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya dió el viejazo intelectual...

Y no se "topa con", más bien "asume desde adentro" a la iglesia arcaica (delicioso pleonasmo).

Zed dijo...

Yo ya se los dije: la Iglesia no tiene derecho a opinar... pero no me hacen caso...

Anónimo dijo...

Upps si igual me sorprendió su declaración....:S, al fin pagrecito pues... .:)

Unknown dijo...

Nomás andan levantando el raiting, como el Esteban Arce.

Berto dijo...

"Disclaimer": Estoy a favor de que se legalicen las parejas del mismo sexo y hasta que adopten hijos.

Sin embargo, la Iglesia y sus miembros están en los suyo. Es lo que dice su catecismo, ¿de qué se sorprenden? No se estén dando golpes de pecho.

Anónimo dijo...

a wiwi... jejejeje el obispón rojo, ajonjoli de todos los moles jejejeje

Zed dijo...

Berto:

Una cosa es que un católico viva feliz con su catecismo homofóbico, visceral y hasta estúpido... y otra que una figura eclesiástica se exprese públicamente en contra de los derechos de terceros para que la gente se solidarice con él y, de cierta forma, ejerza presión a los que no son pro-católico.

Berto dijo...

Un aspecto de formar parte de una fe religiosa es proclamarse a favor o en contra de una cosa, por más medieval que sea. ¿Que nos guste? Seguramente no. Pero así es esto de la democracia. Todo el mundo tiene el derecho a ejercer presión en forma verbal y dentro de las reglas de convivencia. ¿A poco solamente dejamos que el clero se manifieste cuando nos conviene?

Los que no estemos de acuerdo, pues ejerzamos nuestra presión verbal. De eso se trata este juego.

Zed dijo...

Eso lo entiendo Berto, pero ¿a poco no la mayoría de este país es católica? Ya con eso se crea un ambiente contaminado por la religión. ¿Y a poco no el cristianismo (evangélicos, católicos, mormones, testículos de Jehová, sodomitas, etc) condena a los homosexuales? Ya por ese simple hecho, no puede haber objetividad de los religiosos, en primera porque su religión se los prohibe y en segunda, porque aún si les vale la religión, el homosexualismo no es aceptado como algo normal dentro de la sociedad, independientemente del credo.

¿Les afecta en algo que los gays adopten niños? ¿Que se casen? ¿Que tengan derechos como ellos? No. Cada quien su vida. Pero insisten en poner trabas a algo que se supone no debería tenerlas. ¿O qué los gays no son personas, ciudadanos, humanos? Lo que hagan con sus partes no nos importa (y si les importa, están mal, mal, mal).

Yo por eso insisto en que los religiosos no tienen derecho de opinar. ¿Por qué? Siempre dirán que no. Nos ahorraríamos tantas opiniones pendejas si se callaran de una vez la boca.

Berto dijo...

Nadie es objetivo, cada quien tiene sus propias idiosincrasias, filias y fobias. Lo que sí existe es la incongruencia.

Pero antes de empezar a criticar al clero de su homofobia, deberíamos criticarnos a nosotros mismos. ¿Cuántas veces este blog se ha burlado de alguno que otro homosexual? De hecho, nuestro país es extremadamente homofobico. Así que antes de rasgarnos las vestiduras por las declaraciones de unos padrecitos, analicemos nuestras propias fobias y dejemos de ser hipócritas.