Las campañas no conmueven porque los candidatos andan divulgando sus recetas económicas con puras generalidades. No apuntan una solución concreta, ni espectacular, ni entendible porque no la tienen y temen comprometerse. Para estrujar al electorado, entonces, hace falta sangre de contrincante y ya comienzan los estrategas de campaña a lanzar sus bolas de caca para provocar atención.
Josefina y Peña Nieto se acusan de mentirosos y rápido el respetable público toma sus asientos alrededor del ring dispuestos a disfrutar el agarrón...aunque armados con paraguas e impermeables por aquello de que vaya a ser salpicados de cochinada.
Josefina y Peña Nieto se acusan de mentirosos y rápido el respetable público toma sus asientos alrededor del ring dispuestos a disfrutar el agarrón...aunque armados con paraguas e impermeables por aquello de que vaya a ser salpicados de cochinada.
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