miércoles, 14 de abril de 2010

Perujo/El Economista

2 comentarios:

Zed dijo...

¿Podrá el estado tener menos confianza y credibilidad que ahora? Hasta deberíamos apostar con qué pendejada van a salir...

El Mini dijo...

Lo peor no es las pendetejadas que dicen, Zed, sino que nos tratan como si fuésemos retrasados mentales, eso es lo que encabrona.