Hace un par de meses hice mi último "peluche" para TV Azteca Monterrey, y digo el último porque hace algunas semanas los directivos decidieron dar por terminada esta barra de humor en la sultana del norte.
Dicho muñeco era nada menos que el candidato asesinado Rodolfo Torre, coincidencia que me pone la piel de gallina.
De verdad que se siente del nabo porque la técnica del peluche es tan compleja que uno termina alucinando las facciones del retratado y yo me pregunto qué harán ahora con el títere.
¿O acaso el muñeco sólo sirvió para clavarle alfileres? ¿O me lo encargaron porque previeron su muerte y pensaron en sustituir al original por el peluche para no perder las elecciones?
Y como dice la canción: Los caminos de la vida no son como imaginaba...
