Son bonitas, adolescentes de buen ver, para engañar más a los contrarios, confiesa el presunto integrante de 'La Línea', Rogelio Amaya, a través de un video que dio a conocer la SSP
Video: Mujeres integran ejército de sicarios
´Deben ser así para engañar más a los contrarios´; desde hace dos meses las han integrado a los comandos armados, confiesa pistolero de La Línea.
´Deben ser así para engañar más a los contrarios´; desde hace dos meses las han integrado a los comandos armados, confiesa pistolero de La Línea.
El brazo armado del cártel de Juárez, que opera en la frontera de México y Estados Unidos, recluta y entrena a decenas de mujeres jóvenes y bonitas para matar como sicarios, reveló tras su captura un pistolero a sueldo de la organización.
"Son bonitas, adolescentes de buen ver, para engañar más a los contrarios", dijo el presunto integrante de la organización de "La Línea", Rogelio Amaya, ante una cámara de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, en un vídeo que circula hoy. Esta banda criminal, caracterizada por su ensañamiento contra sus rivales, dispone de entre 20 y 30 mujeres, principalmente "bonitas" y de 18 a 30 años, entrenadas para matar, dijo Amaya.
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Esas sí son mujeres asesinas y no jaladas.
¿Alguien se negaría a que se lo ejecuten?
Estas chavas sí que te quitan el aliento y luego te cortan la choya para irla a tirar poray con un narcomensaje.
Ahí está una buena historia para los geniales creativos guionistas que escriben dizque basándose en la realidá... como la película esa de "El infierno", que da entre pena ajena y ternura por cómo la mera mera realidad le da tres vueltas a su ñoña ficción.
Esas sí son mujeres asesinas y no jaladas.
¿Alguien se negaría a que se lo ejecuten?
Estas chavas sí que te quitan el aliento y luego te cortan la choya para irla a tirar poray con un narcomensaje.
Ahí está una buena historia para los geniales creativos guionistas que escriben dizque basándose en la realidá... como la película esa de "El infierno", que da entre pena ajena y ternura por cómo la mera mera realidad le da tres vueltas a su ñoña ficción.
