Angangueo casi se acabó por un desastre ecológico combinado de fuertes lluvias, construcción en zonas peligrosas y la tala inmoderada de los bosques...
Hubo 18 muertos y la destrucción de la mayor parte del poblado...
Pues bien, en medio de esas circunstancias, la respuesta de Felipe Calderón a los afectados e irritados habitantes, es que dará instrucciones a la Secretaría de Turismo para que un pueblo que ya no existe, adquiera la denominación de Pueblo MAGICO.
Esta fue la respuesta de una señora de la localidad:
“¡Ya no queremos pueblo MAGICO, queremos una fuente de empleo! Las mujeres lo necesitamos y lo queremos, queremos que Angangueo no muera, queremos que siga siendo el pueblo que se negó a morir”, soltó la menuda mujer, ahora en labores de cocina para los damnificados.
Y ésta, la respuesta de Felipe Calderón:
“Los empleos no se crean por decreto ni del gobernador (Leonel Godoy Rangel) ni mío. Sí, les puedo echar la mano temporalmente con empleos para limpiar el pueblo, dar de comer, pero esto evidentemente, como su nombre lo indica, es temporal, no tengo permiso del Congreso ni presupuesto para hacerlo permanente”.
El pueblo de Angangueo parece destinado a desaparecer, pero no por arte de magia, sino por la negligencia de las autoridades locales y federales que sólo se preocupan por la gente en época de elecciones.