lunes, 29 de agosto de 2011


SUFREN EN LOS ESTADOS PARA TENER SUS CUERPOS DE SEGURIDAD
NO HAY POLICÍAS
PARA LAS POLICÍAS ESTATALES

NADIE QUIERE LA CHAMBA

Vestir el uniforme de policía ya no tiene el atractivo de antes, cuando ese uniforme imponía respeto, autoridad y terror a la ciudadanía.

Para el ciudadano que lograba entrar a algún cuerpo policiaco, portar las insignias y las ropas de policía eran los instrumentos de trabajo con los cuales lograba sacar para el chivo diario y más, por la vía fácil de la extorsión, el chantaje y el abuso de autoridad.

La delincuencia era de prekinder, raterillos, carteristas, borrachines, ladrones de ocasión y la maquinaria policiaca, comenzando por el policía, era un mercado de corrupción donde el que entraba no salía hasta dejar el último peso de sus ahorros.

Hoy ser policía es otra cosa. La corrupción no ha cambiado pero sí los mecanismos para enfrentarla. Existen las comisiones de derechos humanos que impiden abusos de autoridad y existen controles, leyes y grupos sociales que denuncian las corruptelas.

Y por otra parte, la delincuencia de ahora es de alto nivel en agresividad, inteligencia, armamento, sadismo y convicción, de modo que supera al policía en todo.

Frente a frente, la policía nada tiene que hacer ante los criminales callejeros que hoy pululan por el país entero.

Si a eso le sumamos que los sueldos de policía siguen siendo los de antes, sólo querrá ser policía aquel que tenga algunas inclinaciones suicidas.

Ya no son los tiempos de El Gendarme desconocido, el 777, retratado por Cantinflas, en 1941.


No hay comentarios: