No cabe duda que en el movimiento social contra la violencia, las huestes del Peje perdieron la iniciativa, y un movimiento civil, encabezado por Javier Sicilia, se está manifestando con más veracidad y credibilidad ante el gobierno y ante la sociedad agraviada.
Ayer, mientras marchaba el movimiento de Sicilia por la avenida Reforma, en el Angel de la Independencia se apostó un pequeño número de ciudadanos del Colectivo No Más Sangre y su gran aporte a la protesta contra la violencia fue abuchear a las huestes de Sicilia gritando: “¡Besos y abrazos no acaban con los balazos!” y señalar que ellos no dialogaban con los autores de la guerra. Desde luego pedían el juicio a Calderón. Estos gritos eran rematados con el estribillo mecánico de “Es-un-honor-estar-con-Obrador ” y etcétera, etcétera...
Quizás a eso se debió que al término de la marcha, frente al Senado, Julián LeBaron, miembro muy destacado en el movimiento de la Paz y Justicia con Dignidad de Sicilia, se refirió en su discurso a que ningún Mesías (le faltó decir tropical) nos salvaría de la violencia.
Sicilia ha tratado de unir a los que luchan contra la violencia, mientras los que luchan contra Calderón hacen grandes esfuerzos para dividir. La historia de siempre.
Ayer, mientras marchaba el movimiento de Sicilia por la avenida Reforma, en el Angel de la Independencia se apostó un pequeño número de ciudadanos del Colectivo No Más Sangre y su gran aporte a la protesta contra la violencia fue abuchear a las huestes de Sicilia gritando: “¡Besos y abrazos no acaban con los balazos!” y señalar que ellos no dialogaban con los autores de la guerra. Desde luego pedían el juicio a Calderón. Estos gritos eran rematados con el estribillo mecánico de “Es-un-honor-estar-con-Obrador ” y etcétera, etcétera...
Quizás a eso se debió que al término de la marcha, frente al Senado, Julián LeBaron, miembro muy destacado en el movimiento de la Paz y Justicia con Dignidad de Sicilia, se refirió en su discurso a que ningún Mesías (le faltó decir tropical) nos salvaría de la violencia.
Sicilia ha tratado de unir a los que luchan contra la violencia, mientras los que luchan contra Calderón hacen grandes esfuerzos para dividir. La historia de siempre.
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