viernes, 13 de enero de 2012

MUCHO RUIDO
Y POCOS MUERTOS


La sociedad mexicana respiró tranquila: los ejecutados durante los cinco años de guerra al narco no son 50 mil, como libertina e irresponsablemente afirman los críticos de Calderón, son 47 mil 515, uno más, uno menos, pero no la cincuentena de miles que barbaramente gritan a diario los pudorosos que sienten asquitos por los ríos de sangre que pintan de rojo a la Nopalera.

La PGR, después de hacer un reconteo exhaustivo de cabezas y confirmar que correspondían a una misma cantidad de cuerpos, concluyó la sumatoria que durante meses había negado a los periodistas e hizo el anuncio necrofílico final de que todos los muertos que ha producido la guerra de Calderón son l47 mil 515 y Poiré, el Secretario de Gobernación, entró al quite para decir que no hay de qué alarmarse, pues esa cantidad está dentro del promedio de las muertes violentas de los países latinoamericanos.

Después de estas declaraciones todos lo mexicanos nos acomodamos bien el chaleco antibalas y colocados convenientemente pecho a tierra, continuamos con más tranquilidad con nuestras actividades cotidianas.

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