EL DOMINGO ES EL DÍA
Pasada la polémica sobre su transmisión, el domingo los ciudadanos tomarán partido por ver y escuchar el debate o por ver el futbol, o por irse a tomar unas chelas callejeras, o por ir al cine, o por irse a la cama a dormir, o a ejercitar el músculo travieso de la fábrica de niños. Ese día, en plena libertad, los mexicanos elegirán que ingados les importa más.
Pero, independientemente de esa decisión, en el cuadrilátero del World Trade Center se escenificará un espot electoral en vivo, a cuatro bocas y a ocho manos, y dicen los que saben que de allí saldrá el próximo presidente de la República...
En una de esas el debate lo gana el Quadri y ya nos fregamos los mexicanos, porque seríamos gobernado por un presidente con pantalón, pero con muchas faldas.
Hagan sus apuestas.
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