Será el sereno, pero la propuesta del Peje, aunque tardía, de convertirnos en amorosos republicanos, es la propuesta más sensata, audaz y revolucionaria de las que se han presentado en la campaña electoral.
Sólo que, a cuatro meses de lanzada al aire esa idea, que lleva el ánimo de serenar al país y recomponer el tejido social, no vemos que sea asumida ni siquiera por los políticos...los de siempre.
Los chavos de la Ibero necesitaban su té de tila, la necesitan los estudiantes de Michoacán, la necesita la señora Gordillo, la necesitan los tuiteros, la necesitan en el PRI y sobre todo la necesitan en el PAN.
Lástima que volverse generosos, tolerantes, amorosos y solidarios no sea una cosa de decretos o leyes. Si el código moral que el Peje propone pudiera elevarse a nivel constitucional valdría la pena hacer presidente al Peje.
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