LO AGARRÓ UN EMPISTOLADO
EL PEJE LE ECHÓ WEBOS
El país violento le hace a AMLO lo que el viento a Juárez.
Un empistolado cerca de sus tripas no lo pone más nervioso que el saludo intempestivo del Vichente Fox.
Un hombre armado con una pistola 22 se acercó a López Obrador...y ese fue para el empistolado un gran error.
Una 22 no asusta a nadie y el Peje aprovechó el encuentro para endilgarle un discurso de 30 minutos sobre el cambio verdadero y hacerlo que cargara con kilos de propaganda sobre la República Amorosa, el Nuevo Proyecto de Nación, la Política Energética Nacionalista, Una carta de Amor a los Jóvenes de la Ibero, y le pidió además que hiciera campaña en su colonia y convenciera a 20 pistoleros más de que votaran por la izquierda.
Para meter susto al Peje, y a cualquiera, en este país de 50 mil ejecutados, hay que llegar armado, pero con un cuerno de chivo, de perdida.
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