Culmina operativo en robo... ¡y orgía

Grupo Reforma

Ciudad de México (13 de diciembre de 2008).- Veinticuatro horas antes había iniciado un supuesto operativo de la PFP para detener a peligrosos narcotraficantes colombianos asociados a los hermanos Beltrán Leyva. Los habían pillado en la fiesta de cumpleaños de Juliana López, novia de Harold Poveda, apodado "El Conejo" y principal socio colombiano de los hermanos sinaloenses.
Policías encapuchados bajo las órdenes de Garay ingresaron violentamente a la mansión del Desierto de los Leones la madrugada del jueves 16 de octubre. Era la casa que es recordada porque en ella había dos panteras negras, dos leones, un tigre blanco y uno albino.
El operativo inició con insultos y una advertencia: "¡Ahora sí comenzó la fiesta!".
Entre el barullo se escuchó un grito: "¡Pélate, 'Conejo'! ¡Nos cayó la federal!". Algunas personas corrieron hacia la barda trasera del predio.
Varios policías avisaron a Garay de la huida de Harold Poveda, el más importante de todos los invitados a la fiesta.
El jefe policiaco, empero, dejó que escapara "El Conejo".
La tropa de Garay se apoderó de la mansión. Comenzó a golpear al resto de los invitados al jolgorio.
Pronto se supo que casi todas las mujeres eran prostitutas.
Formaron a los hombres en el jardín y comenzaron a golpearlos y torturarlos. Otras tres mujeres colombianas fueron llevadas a un cuarto, donde las interrogaron.
Garay ordenó enviar policías a varias casas y departamentos de los sudamericanos detenidos en busca de dinero. Durante la tarde del jueves revisaron los domicilios.
Mauricio Fino, "El Gaviota", uno de los detenidos, les dijo que tenía 500 mil dólares en su casa, pero, cuando llegaron a su departamento, no había más que 30 mil. Desde el celular de un jefe policiaco lo obligaron a llamar a Colombia para pedir que le depositaran medio millón.
Horas más tarde se montó un operativo policiaco que cerró calles en la zona de Interlomas, donde estaba un auto Focus gris. Se desplegaron efectivos de la PFP como si fueran por un peligroso delincuente. En realidad iban por dos bolsas que estaban en el interior del auto, identificables porque tenían estampado en la cubierta al osito Winnie Pooh. Ahí estaba el dinero.
Bayardo, subordinado de Garay, recogió los billetes y se los llevó a su jefe, quien estaba en el jacuzzi. El dinero desapareció y Garay quiso culpar a Bayardo del robo. Vino entonces una cascada de denuncias.
Bayardo, molesto por la traición, cantó todo: las asociaciones de Garay con el narco, las torturas y hasta el robo de un perro bulldog, que se llevaron envuelto en una sábana blanca en la camioneta blindada de Garay.
Juliana, la novia de "El Conejo", denunció torturas. También Mauricio Fino y Ángela Quintero, una joyera colombiana, quien acusó ante la SIEDO robo, golpes y vejaciones.
Estos hechos están asentados en la averiguación previa PGR/ SIEDO 359/2008, a la que tuvo acceso REFORMA.
Policías encapuchados bajo las órdenes de Garay ingresaron violentamente a la mansión del Desierto de los Leones la madrugada del jueves 16 de octubre. Era la casa que es recordada porque en ella había dos panteras negras, dos leones, un tigre blanco y uno albino.
El operativo inició con insultos y una advertencia: "¡Ahora sí comenzó la fiesta!".
Entre el barullo se escuchó un grito: "¡Pélate, 'Conejo'! ¡Nos cayó la federal!". Algunas personas corrieron hacia la barda trasera del predio.
Varios policías avisaron a Garay de la huida de Harold Poveda, el más importante de todos los invitados a la fiesta.
El jefe policiaco, empero, dejó que escapara "El Conejo".
La tropa de Garay se apoderó de la mansión. Comenzó a golpear al resto de los invitados al jolgorio.
Pronto se supo que casi todas las mujeres eran prostitutas.
Formaron a los hombres en el jardín y comenzaron a golpearlos y torturarlos. Otras tres mujeres colombianas fueron llevadas a un cuarto, donde las interrogaron.
Garay ordenó enviar policías a varias casas y departamentos de los sudamericanos detenidos en busca de dinero. Durante la tarde del jueves revisaron los domicilios.
Mauricio Fino, "El Gaviota", uno de los detenidos, les dijo que tenía 500 mil dólares en su casa, pero, cuando llegaron a su departamento, no había más que 30 mil. Desde el celular de un jefe policiaco lo obligaron a llamar a Colombia para pedir que le depositaran medio millón.
Horas más tarde se montó un operativo policiaco que cerró calles en la zona de Interlomas, donde estaba un auto Focus gris. Se desplegaron efectivos de la PFP como si fueran por un peligroso delincuente. En realidad iban por dos bolsas que estaban en el interior del auto, identificables porque tenían estampado en la cubierta al osito Winnie Pooh. Ahí estaba el dinero.
Bayardo, subordinado de Garay, recogió los billetes y se los llevó a su jefe, quien estaba en el jacuzzi. El dinero desapareció y Garay quiso culpar a Bayardo del robo. Vino entonces una cascada de denuncias.
Bayardo, molesto por la traición, cantó todo: las asociaciones de Garay con el narco, las torturas y hasta el robo de un perro bulldog, que se llevaron envuelto en una sábana blanca en la camioneta blindada de Garay.
Juliana, la novia de "El Conejo", denunció torturas. También Mauricio Fino y Ángela Quintero, una joyera colombiana, quien acusó ante la SIEDO robo, golpes y vejaciones.
Estos hechos están asentados en la averiguación previa PGR/ SIEDO 359/2008, a la que tuvo acceso REFORMA.