jueves, 23 de julio de 2009

ChatarrizaciónPerujo/El economista

3 comentarios:

Zed dijo...

Era obvio de un partido que quiere que volvamos al siglo XV

Unknown dijo...

El fresón Loret de Mola dice:

“Juanito” Nava






Quisieran ser sus antítesis, pero muchas veces, los actores políticos terminan idénticos a sus más odiados rivales. No se dan cuenta de que, en la ceguera del radicalismo, los polos opuestos, como dice la física, se atraen.

1. “Juanito” = César Nava. No son iguales sus personalidades ni sus trayectorias, pero la incondicionalidad demostrada hacia sus jefes les ha merecido de ellos un trato que les empareja: así como López Obrador desde el templete de Iztapalapa ordenó a Juanito bajar la cabeza, relegar sus aspiraciones, ganar una elección, renunciar a ese triunfo y cederlo, Calderón desde la privacidad de Los Pinos alentó a Nava para que buscara la dirigencia nacional del PAN pero se la dio a Germán Martínez, lo movió de su secretaría particular para ser candidato a diputado, le dejó soñar con la coordinación parlamentaria, le interrumpió el sueño con Josefina Vázquez Mota y terminó mandándolo de sustituto de Martínez. No lo merecen la breve pero destacada vida política del joven panista ni la bonhomía del simpático petista.


4. César Nava = Manuel Espino = Germán Martínez. Espino, que lleva quejándose año y medio de la obscena intromisión del presidente Calderón en la designación del dirigente nacional de su partido, olvida lo que cuando llegó al mismo cargo en 2005 dijo de él uno de los hombres más respetados en el PAN, don Luis H. Álvarez: “Hubo un proceso viciado… actitudes sesgadas, comportamientos subrepticios y fines aviesos”, pues Espino fue impuesto desde Los Pinos por Fox y Marta Sahagún (lo citó ayer en Dardos Ricardo Alemán).

Mario dijo...

Para mi que ese auto tan peleado anda desvielado, al rato ni en el deshuesadero lo van a comprar.