lunes, 28 de febrero de 2011

Perujo/El Economista

2 comentarios:

Zed dijo...

Y la espantosa y horriblísima realidad es que una máquina así sería más eficiente que los actuales diputitos.

Roberto dijo...

Estuvo genial, un vending machine para cuando a uno se le antoje que le aprueben sus "reformas" muy bueno!