
Al parecer el líder libio Muammar al-Gaddafi (Kadafi pa' la banda ochentera) está en vísperas de pelar gallo después de 40 años en el poder, atrás quedaron esos tiempos en que era sus excentricidades lo llevaron a ser el enemigo público No. 1 de los gringos por su necedad a regalar la riqueza petrolera de su patria y ocuparla en adquirir todo lo que el dinero puede comprar, ya fueran fastuosos palacios, comprar armamento sofisticado, joyas, mujeres,etc., así como por la documentada ocurrencia que tenía de establecer campos de entrenamiento para guerrilleros de cualquier país en guerra contra "el imperio" y que le costará un bombardeo "selectivo" a su residencia por parte de la administración Reagan en los 80's.
Hace relativamente pocos años fue quitado de la "lista negra" de "enemigos de la democracia" y aceptado en la comunidad internacional, si bien no de muy buena gana, pues fácilmente pierde el estilo y actúa como el buen sátrapa que siempre ha sido.
Ayer Gaddafi dio un discurso televisado, de más de una hora de duración, en el cual se declaró listo para morir como mártir, amenazó además que las fuerzas del orden dispararían contra los rebeldes y exigió a su pueblo que se alzara de nuevo en su favor para defender "su revolución".
Las notas de hoy confirman que en varias regiones libias se han establecido gobiernos populares, que el ejercito está dividido e incluso una de un par de pilotos que prefirieron derribar sus propios aviones antes que cumplir las ordenes de disparar bombas en las regiones en conflicto.
Ayer Fidel Castro escribió un encendido artículo (publicado en La Jornada) defendiendo a su ex pupilo y, probablemente en una regresión a la época de la "guerra fría", presagiando que las tropas de la OTAN "en cuestión de horas o a más tardar en los próximos días" invadirían Libia.
No ha sido así, salvo una declaración de Obama, denunciando los ataques contra la población civil como inaceptables por parte de las fuerzas leales a Gadafi, no ha dado muestras de querer intervenir en un asunto que a todas luces ya está definido por el propio pueblo libio.
Por otra parte el rey saudita pone sus barbas a remojar y anuncia importantes gastos e inversiones inmediatas que beneficien a estudiantes, empleados de gobierno y otros sectores, para tratar de contrarrestar el posible contagio de la efervescencia revolucionaria que asola a la región.
Hace relativamente pocos años fue quitado de la "lista negra" de "enemigos de la democracia" y aceptado en la comunidad internacional, si bien no de muy buena gana, pues fácilmente pierde el estilo y actúa como el buen sátrapa que siempre ha sido.
Ayer Gaddafi dio un discurso televisado, de más de una hora de duración, en el cual se declaró listo para morir como mártir, amenazó además que las fuerzas del orden dispararían contra los rebeldes y exigió a su pueblo que se alzara de nuevo en su favor para defender "su revolución".
Las notas de hoy confirman que en varias regiones libias se han establecido gobiernos populares, que el ejercito está dividido e incluso una de un par de pilotos que prefirieron derribar sus propios aviones antes que cumplir las ordenes de disparar bombas en las regiones en conflicto.
Ayer Fidel Castro escribió un encendido artículo (publicado en La Jornada) defendiendo a su ex pupilo y, probablemente en una regresión a la época de la "guerra fría", presagiando que las tropas de la OTAN "en cuestión de horas o a más tardar en los próximos días" invadirían Libia.
No ha sido así, salvo una declaración de Obama, denunciando los ataques contra la población civil como inaceptables por parte de las fuerzas leales a Gadafi, no ha dado muestras de querer intervenir en un asunto que a todas luces ya está definido por el propio pueblo libio.
Por otra parte el rey saudita pone sus barbas a remojar y anuncia importantes gastos e inversiones inmediatas que beneficien a estudiantes, empleados de gobierno y otros sectores, para tratar de contrarrestar el posible contagio de la efervescencia revolucionaria que asola a la región.