PAIS DEL CORTE Y CONFECCION

Si hay hechos que nos satisfacen
plenamente son aquellos que tienen que ver con nuestros orígenes precolombinos: los sacrificos humanos, las sacadas de corazón.
Al primer error de un político salimos
inmediatamente a la calle a gritar pidiendo su cabeza, como la Reina de Corazones, y nos sumimos en la frustración más depresiva si
no nos la otorga el gran juez...
Pero cuando nos avientan por todo lo
alto la cabeza de un funcionario del nivel que sea, nos congratulamos hasta el éxtasis: ¡sangre!
Ya nos dieron la la cabeza del Bazbaz
y en 15 días estaremos pidiendo la de Javier Aguirre, faltaba más.