
Según dijo Calderón hace unos días, la percepcíon de la gente está del nabo. Ahora resulta que según él, somos un país de tuertos, bizcos, miopes y distraidos que no nos damos cuenta de que la batalla contra la inseguridad avanza para adelante y todo está a todo dar.
Por eso es que el secuestro de el "jefe Diego" seguramente debe ser percibido como un gran avance, un golpe contundente en contra de el crimen orgianizado, una muestra de la debilidad de las bandas delictivas frente al poder del Estado.
Lo unico seguro en este país es que las desapariciones están cañonas, desaparece todo: el empleo, la seguridad, el salario, etc. Y el próximo censo nacional está cerca, ¿estará presente el Jefe Diego para pasar lista?, ¿llegaremos los que todavía no desaparecemos?.