Consejos: "Y cuando Dolores te diga que quiere más lana le respondes así"
¡Vieja, vieja! ¡Ya me vi!Zambrano y Padierna protestaron como nuevo presidente nacional y secretaria general del partido, respectivamente.
Durante la primera ronda de votación, Zambrano ganó con 154 votos, contra 111 que obtuvo la fórmula de Dolores Padierna, y en un lejano tercer lugar se colocó Armando Ríos Piter con solo cuarenta y tres sufragios.
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No llegó la sangre al río, salvo los ya conocidos sainetes por enseñar el "musculo", al final todos acabaron como buen matrimonio de convivencia. Pudo más en la pareja Padierna-Bejarano la ganancia en posiciones y puestos que el esperado -e ingenuo- deseo de muchos despistados amloistas de quemar con leña verde al partido e irse todos con sus chivas al MORENA del Peje, quien, por cierto, hoy presentó su "Nuevo Proyecto Alternativo de Nación" en donde promete -hasta lo que no está en sus manos- poder llevar a cabo para tratar de captar a todos los grupos posibles ("amolados", les dijo) para que lo acompañen en su próxima campaña al 2012.
Al respecto me llamaron la atención dos de las 50 estrategias propuestas: impedir el cambio de uso de suelo de campos deportivos y canchas para otros usos, siendo que esa es una prerrogativa de los gobiernos municipales y estatales, y la otra fue la oferta de dar liquidaciones a los empleados de Mexicana de Aviación, siendo que estos no forman parte de ninguna empresa paraestatal, sino privada.
Otros puntos interesantes fueron el mencionar por sus nombres y apellidos a Carlos Slim, Emilio Azcarraga y Ricardo Salinas y ofrecerles la oportunidad de poder incursionar tanto en nuevas televisoras, como en empresas de telefonía fija respectivamente.
Asimismo se da una contradicción en lo que a sindicatos se refiere, pues por un lado se garantiza su independencia y autonomía gubernamental y por otra parte dice que combatirá el cacicazgo y la falta de democracia en ellos -con dedicatoria personal a la maistra Gordillo-.
El resto de las propuestas son un cúmulo de buenos deseos, difícilmente rechazables por cualquier facción o partido político en lo individual, pero más tirándole a populachera que a otra cosa por la dificultad en implementar la mayoría de las acciones.
