MAGU, EN REVISTA VERTIGO
El caso ACTEAL, del que no hemos comentado nada aquí, se resume en que la Suprema Tremenda Corte dejó libres a 20 de los acusados de la masacre acontecida en 1997 por haberlos procesado con muchas y muy burdas maniobras procesales que no logran probarsu responsabilidad.
Los defensores de los indígenas masacrados se sienten ofendidos y califican la liberación como un acto de injusticia porque dejan sin castigo una matanza de la que responsabilizan al Estado.
El gobierno de Zedillo los encarceló y ahora los magistrados bien pagados de la Tremenda Corte le enmiendan la plana liberando a 20 de ellos...
Esa es en síntesis la historia que, por lo demás, está bien manoseada por las autoridades anteriores y las actuales, al punto de que ya no sabemos si aún diciéndonos la verdad sobre ese asunto podríamos llegar a creerles...
Lástima por los 45 muertos que ya se ve van a tardar buen rato para descansar en paz.
Ese es el tema de mi cartón con el que reinicié mis trabajos en Vértigo la semana pasada...
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Los defensores de los indígenas masacrados se sienten ofendidos y califican la liberación como un acto de injusticia porque dejan sin castigo una matanza de la que responsabilizan al Estado.
El gobierno de Zedillo los encarceló y ahora los magistrados bien pagados de la Tremenda Corte le enmiendan la plana liberando a 20 de ellos...
Esa es en síntesis la historia que, por lo demás, está bien manoseada por las autoridades anteriores y las actuales, al punto de que ya no sabemos si aún diciéndonos la verdad sobre ese asunto podríamos llegar a creerles...
Lástima por los 45 muertos que ya se ve van a tardar buen rato para descansar en paz.
Ese es el tema de mi cartón con el que reinicié mis trabajos en Vértigo la semana pasada...
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1 comentario:
El caso de Acteal, como muchos otros (Aguas Blancas o hasta el Halconazo) está lleno de marranadas que, para variar, sólo en México y con su sistema de Justicia digno del Egipto de hace 4000 años puede ocurrir.
Lo que es nuestro como país, de verdad nuestro, es la bilis del pueblo y la impunidad de los que se salen con la suya.
Pero ni hablar. Ya hablando los celacantos, "nadie" puede apelar.
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