sábado, 25 de abril de 2009

MAÑANA NO ES MI CUMPLEAÑOS

Texto: Rictus.

Al escribir esto falta una hora para que sea mañana, 26 de Abril del 2009.

No tengo claro el día exacto en que nací. Según consta en actas, vi la luz en este mundo y en esta vida por primera vez el 26 de Abril de 1978. Sin embargo, mi madre siempre me festejaba mi cumpliaños el 24, e incluso alguna vez me regaló una medallita de oro con mi nombre y la fecha de mi nacimiento grabada: 24-04-78.

Cuando quise casarme por la iglesia, fue necesario poner en regla los papeles que me acreditaban como un católico digno de recibir el sacramento del matrimonio. Como suele pasar, ninguno de esos papeles, incluyendo la fe de bautismo, apareció por ningún lado. Entonces tuve que emprender una aventura estilo Indiana Jones para buscar entre las catacumbas de la Catedral Metropolitana del DF (ahí me bautizaron) una copia de mi fe de bautismo. Nunca apareció debido a que en los rollos del mar muerto que documentan los bautizos del 26 de Abril de 1978, mi nombre no aparece.

Cosa extraña pues hasta hay una foto del momento en que un cura me tiene empinado (no piensen mal, no era un cura pederasta) sobre la pila de agua bendita echando fuera de mi al demonio (ya se habrán dado cuenta de que no tuvo mucho éxito) y yo lo miro con odio mientras le vomito encima el contenido de mi mamila del desayuno, mis padrinos y mis padres tratan de sujetarme y el resto de los asistentes miran horrorizados. La foto es prueba documental de que este servidor fue bautizado. Una leyenda de mi familia dice que de hecho me bautizaron dos veces: una a las pocas horas de nacer (pues nací muy cuchito y pensaban que no me lograría y no deseaban que mi alma penara a tan corta edad) y la segunda vez en la Catedral. Pero la iglesia no tiene registro de ello, al menos no del 26 de Abril. Un obispo me explicó que lo más probable era que la fecha de mi acta de nacimiento no coincidiera con la de mi fe de bautismo. Quizá mi madre en el registro civil haya dado la fecha del 26 de Abril y en la catedral la del 24... o 23, o 25.... la verdad ni ella se acuerda... ¡snif!.

Total que algún día la fecha exacta de mi nacimiento será tema de controversia entre mis biógrafos.

Para efectos prácticos yo hago caso de lo que dice el registro civil y celebro mi natalicio cada 26 de Abril. Por ello es que en teoría mañana es mi cumpleaños. Sin embargo, la serie de magnos festejos y la mega pachanga que se tenía programada por parte de las diferentes autoridades de este país y de la gente que me quiere mucho, tuvieron que ser cancelados y todo gracias a la maldita influenza.

No podía ser peor: hoy 25 de Abril la tarde es gris, cae la lluvia y la calle está desierta. Miro a través de la ventana e imagino a decenas de invitados llegando sonrientes para saludarme de mano y abrazarme con sonoras palmadas en la espalda, riendo a carcajadas, todos pasándola bien y brindando hasta el siguiente día; suena la música, las anécdotas no acaban y mi sueño se rompe cuando en mi fantástico alucine, alguien estornuda: todos huyen despavoridos tapándose la boca.

Me alejo de la ventana y vuelvo a mi sillón donde me desplomo totalmente aplatanado, no tengo ganas de hacer nada mas que ver la tele... pero, cuando estoy por meter al DVD la película de las Trillizas de Bellevile para verla por enésima vez... la luz se va.

Lo que es peor: siento la nariz un poco constipada.

Me encomiendo a DIOS y vuelvo a meditar sobre el hecho de que quizá mañana ni siquiera sea mi cumpleaños.

Dadas las adversas circunstancias por las que transitan estas horas de contingencia con la amenaza de una pandemia pendiendo sobre nuestras cabezas, por esta véz y sólo por esta véz, prefiero pensar que mañana NO es mi cumpleaños. ¡Que no tengo idea de cuando sea mi bendito cumpleaños! y por eso, esperaré el amanecer de un nuevo día más alegre y glorioso que el día de hoy, un día con mucho sol, corriente eléctrica y libre de influenza para celebrar mi cumpleaños.

Mañana NO es mi cumpleaños. Suena en mi cabeza la canción del sombrerero loco "felíz, felíz no cumpleaños" en lugar de "Birthday" de los Beatles y así me preparo para, lejos de cualquier festejo, dormir la noche entera... como hace mucho no lo hago.

Ultimada-madresmente, ahora que recuerdo, a mi no me gustan la fiestas, no me gusta el sabor de ningún pastel, soy un ermitaño y odio que me canten las mañanitas y soplarle a las velas....
lo que es más: me choca que me abracen.


Sin embargo, si alguien se sintió conmovido con mi relato, solicito a ese lector se sirva mandarme vía electrónica en este post sus felicitaciones, abrazos y hasta besos si quiere (menos Trimax) al fin que por internet no se propaga la influenza.

Felicítenme porque... mañana no es mi cumpleaños.