
La sentencia condena por un delito de robo con violencia e intimidación al indigente, que fue juzgado en rebeldía al no haber acudido al juicio dado que, no pudo ser citado a la vista por carecer de domicio estable
EFE
El Universal
Barcelona, España Miércoles 25 de febrero de 2009
La sentencia condena por un delito de robo con violencia e intimidación al indigente, que fue juzgado en rebeldía al no haber acudido al juicio dado que, en su condición de mendigo, no pudo ser citado a la vista por carecer de domicilio estable.
Según cree probado el juez, el robo ocurrió el 9 de septiembre de 2008, cuando el mendigo se dirigió a la panadería "El Pan" de Badalona (Barcelona) y se apropió de una barra, mientras agarraba por el cuello de la bata a la dependienta y le gritaba en francés con el propósito de amedrentarla.
"Si no concurren esos medios violentos, la conducta no es constitutiva de delito de robo sino de hurto; en esta figura sí que tiene relevancia el objeto, ya que si su valor es inferior a 400 euros (unos 500 dólares), estaríamos ante una falta de hurto" , aclara la sentencia.
Para concluir que se trató de un robo violento, el juez tuvo en cuenta el "sentimiento de temor y miedo" que aquejó a la víctima mientras el mendigo la intimidaba y resalta en su sentencia la "honestidad" de la panadera cuando en el juicio dijo que si el indigente le hubiera pedido la barra, se la habría dado.
Pese a que el Código Penal español castiga el robo con violencia con penas de dos a cinco años de prisión, el juez impuso al ladrón un año de cárcel en atención a la "menor entidad de la violencia e intimidación ejercidas".
SACATRIPAS CO-MENTA:
Según la sentencia del juez, lo que tendrá un año clavado en el tambo al despiadado ladrón de panes es su conducta violenta durante el robo. Se puso loco por robar media barra de pan, y eso que ni siquiera tenía una rebanada de jamón en medio, con frijolitos, su ahuacatito, cebollita, jitomatito y quesito de hebra.
El mundo está muy mal, ya nos contaba el master ALECUS del tenebroso caso de los payachitos asaltantes y ahora vemos cómo en España se amenaza la vida de una pobre mujer por media rebanada de pan. Y eso que todavía falta lo peor de la crisis. Lo que nos espera.