Según el secretario de economía, (quien debería estar encargándose de bajarle el catarrito al país pero en lugar de eso anda de tira-netas el menso) si no fuera por la guerra contra el narco el próximo presidente sería un peligro para México más grande que el peje, Fox y Peña Nieto juntos: un narco.Presidentes nacos los hemos tenido casi todos, y pues tampoco sería novedad que resultara un delincuente hijoepú, hasta digamos que ya estamos acostumbrados. La novedad estaría en que se dedicara a traficar droga y fuera un verdadero capo de capos viviendo en los pinoles y avalado voto por voto por el pueblo.
Pero medítemoslo un momento, ¿realmente estaría gacho tener un presidente narco?. Las opciones que se nos plantean ahorita rumbo al 2012 para elegir al mandamás de este rancho tampoco son digamos que muy brillantes. Entonces, ¿qué pasaría con un presidente narco?.
- De entrada este dejaría de ser un estado fallido y se convertiría en el cártel de droga más grande del planeta y en una de esas del universo con millones de personas trabajando para él.
- Los secretarios de estado deficientes verían su cabeza rodar... literalmente.
- Se impulsaría una verdadera reforma energética de fondo y dejaríamos de depender del petróleo para que entonces el comercio de la droga fuese el motor de nuestra economía.
- Los comunicados de la presidencia los leeríamos en narco-mantas colgadas en los puentes peatonales.
- Dejaríamos de ser el patio trasero de los Estados Unidos para ser su farmacia de estupefacientes.
- El presidente viajaría en Hummers bañadas en oro, que serían la envidia de Elba Esther, la que por cierto, sería desterrada del país por fea y en su lugar como lidereza del magisterio se pondría a la Miss Sinaloa.
- El ejército desaparecería y en su lugar tendríamos puros sicarios.
- El ángel de la independencia sostendría una ramita de mariguana en lugar de laurel y una AK-47 en la otra mano.
- En la residencia oficial de los pinos se organizarían tremendos reventones cada fin de semana con chicas buena onda y contaría con alberca con yacuzzi y zoológico privado (no estoy seguro de si esto ya es así actualmente).
- Se cambiaría la letra del himno nacional y hasta el ritmo para hacerlo un narco-corrido a ritmo de pasito duranguense. Seguro que así ni a Julio Preciado se le olvidaría cómo cantarlo.
- Se retomaría el águila mocha de Fox como escudo nacional pero sería en alusión a las ejecuciones con decapitados.
- El secretario de hacienda sería experto en "ajuste de cuentas".
- Malverde sería el nuevo padre de la patria y las fiestas cívicas del calendario se cambiarían para celebrar el natalicio del chapo y el día de la narco-dependencia.
Usted amigo lector, ¿votaría por un Narco para presidente?.
