Revela Ugalde presiones en 2006
Ugalde presenta parte de los diálogos con Fox y Elba Esther Gordillo, y afirma que a Calderón no le tomó la llamada
REFORMA / Staff
Ciudad de México (19 de octubre de 2008).- Luis Carlos Ugalde asegura que, en la elección presidencial de 2006, recibió presiones de los dos principales bandos en la contienda.
Ciudad de México (19 de octubre de 2008).- Luis Carlos Ugalde asegura que, en la elección presidencial de 2006, recibió presiones de los dos principales bandos en la contienda.
Señala que, mientras los poderes fácticos aliados de Felipe Calderón demandaron el reconocimiento inmediato de su triunfo en aras de la "gobernabilidad del País", los grupos de Andrés Manuel López Obrador exigieron "limpiar la elección" con el amago de que podría correr sangre.
La narración de estos hechos la hace quien fuera presidente del IFE en su libro, próximo a aparecer, "Así lo Viví", editado por Random House Mondadori. Ugalde presenta parte de diálogos con el ex Presidente Vicente Fox y con Elba Esther Gordillo la noche del 2 de julio. A Calderón no le tomó la llamada."(Fox) me dijo que estaba colocando al País en una situación de ingobernabilidad por no haber dado ganador. En ese momento me enojé y exalté", narra Ugalde. También relata la reunión con los dirigentes de los partidos de la Coalición por el Bien de Todos -que apoyaba a López Obrador- del 4 de julio, en la que le exigieron abrir los paquetes electorales."Manuel Camacho Solís dijo que sobre mis hombros estaba la responsabilidad histórica de evitar una crisis política nacional".A lo largo de su libro, Ugalde cuestiona a López Obrador, señala que mintió al decir el 2 de julio que su encuesta de salida lo daba por delante de Calderón, le reprocha la "falacia" de su argumento del voto por voto e ironiza con los resultados de la elección interna del PRD.
Entre las hachas y la ingobernabilidad
Revela Ugalde en libro anuncios de 'guerra' y amagos de violencia por elección de 2006
El entonces candidato del PAN, Felipe Calderón, el Presidente Vicente Fox y Elba Esther Gordillo presionaron para que diera un ganador esa misma noche. No lo hizo. Andrés Manuel López Obrador aludió a una encuesta de salida con cifras al revés de las que le dio su encuestadora para proclamar su triunfo en los medios. En su libro próximo a aparecer " Así lo Viví", editado por Grijalbo, Ugalde narra desde su punto de vista la jornada del 2 de julio y sus secuelas. Pone énfasis en que todos los involucrados pedían que el IFE diera por ganador a su candidato. El Gobierno, el PAN y Gordillo argumentaban un peligro para la gobernabilidad. Los partidos aliados en la Coalición por el Bien de Todos, argumentaron que de no "limpiar la elección", correría la sangre.
Estos son algunos extractos del libro de Ugalde.
La tormenta perfecta
Cuando, a las 11:45 (de la noche del 2 de julio), me sentaba para iniciar la última sesión del Consejo General, habían ocurrido muchas declaraciones, públicas y privadas, que reflejaban los intereses de los actores de la contienda. El presidente Fox y Elba Esther Gordillo me habían reprochado no anunciar ganador. En la sede del PAN había malestar, porque estaban seguros de que Calderón había ganado y el IFE había omitido declararlo. Vendría entonces la ofensiva de López Obrador. A las 11:17 dio un mensaje y en el hotel Marquis Reforma se declaró ganador. Habían pasado apenas 10 minutos, 10 minutos, desde que yo había concluido el mensaje en el cual pedía prudencia, y AMLO ya declaraba que, de acuerdo con sus cifras, había ganado la Presidencia y que estaba 500 mil votos arriba. --Amigas, amigos, mexicanos-- saludó López Obrador frente a periodistas nacionales y extranjeros en una sala del hotel donde se encontraba. --Escuché el mensaje del director del IFE [sic] y del ciudadano Presidente de la República. Voy siempre a ser respetuoso de las instituciones y de manera particular de lo que en definitiva resuelva el instituto electoral. Sin embargo, quiero informar al pueblo de México que, de acuerdo a nuestros datos, ganamos la presidencia de la República. Tenemos información de conteos rápidos en donde estamos, cuando menos, 500 mil votos arriba--. Meses después supe que AMLO mentía, porque el conteo rápido que le entregó su encuestadora, Ana Cristina Covarrubias, ponía a Calderón 1 punto --esto es, 400 mil votos, aproximadamente arriba--. López Obrador daba el resultado al revés de como era en realidad. Ella lo dijo en noviembre de 2006, en un seminario de encuestas organizado por el IFE. Era cierto que la propia Covarrubias había anunciado poco después de las 8 de la noche que AMLO iba arriba de Calderón, pero lo había aseverado con base en una encuesta de salida. Esa noche Covarrubias hizo también un conteo rápido, que es un ejercicio estadístico de mayor precisión, y en este, que, según afirmó AMLO, lo ponía 500 mil votos arriba, en realidad era Calderón quien superaba a su adversario por 1 punto porcentual. AMLO tuvo ese conteo rápido en sus manos. Se lo entregó personalmente la propia Covarrubias, como ella lo narró a Carlos Tello y está descrito en el libro 2 de julio. La autoproclamación de López Obrador detonó, como era obvio, la autoproclamación del candidato del PAN. Alrededor de las 11:25 Felipe Calderón apareció en el auditorio de la sede del PAN. Lo acompañaban Manuel Espino, presidente del partido. Dijo que respetaba las indicaciones del IFE pero que, según los resultados de las diferentes casas encuestadoras, había ganado. Con sus declaraciones reforzaba la guerra de cifras iniciada por AMLO minutos antes. El exhorto que yo había hecho 25 minutos antes era desoído por los dos candidatos punteros. Dijo Calderón: "Hemos escuchado también el mensaje del doctor Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del Instituto Federal Electoral, que ha señalado que a pesar de que tienen ya un conteo rápido, realizado por el propio instituto, prefieren omitir el resultado y no darlo a conocer a los ciudadanos". La percepción de que había preferido omitir el triunfo de Calderón permeó en la sede del PAN, y causó enojo. Algunos pensaron que la CPBT nos había presionado. Por eso hubo insultos a mi persona cuando concluí la lectura de mi mensaje de las 11 de la noche. "¡Qué falta de huevos del IFE!", habría exclamado en la sede de Acción Nacional Arturo Sarukhán, entonces asesor en asuntos internacionales. No había mucha diferencia entre los discursos de López Obrador y Calderón. Ambos se declaraban ganadores. Ambos deslizaban sospechas al IFE. Quizá la única diferencia era que los datos de AMLO eran inventados, mientras que los de Calderón eran parcialmente ciertos: sí iba arriba en las encuestas y los conteos rápidos, pero dentro de los márgenes de error. "¡Es la guerra!"Esa noche (4 de julio) acudieron a verme varios integrantes de la Coalición Por el Bien de Todos: Jesús Ortega, coordinador de la campaña; Leonel Cota, presidente del PRD, Horacio Duarte, representante ante el IFE. También estaban Ricardo Monreal, Manuel Camacho Solís, Gerardo Fernández Noroña, Dante Delgado, Luis Maldonado, Alberto Anaya, Ricardo Cantú, entre otros. Como sabía que uno de los temas que querían abordar era el PREP, le pedí a René Miranda, responsable del programa, que me acompañara.Cuando entré en la sala de juntas, presentí que esa reunión presagiaba malos tiempos. La sala estaba repleta y el ambiente cargado y caliente. Había rostros sudorosos, ojos irritados, barbas sin rasurar, gestos enardecidos. Tiempo después René Miranda me narró por escrito que antes de que yo ingresara en la sala se habían escuchado los primeros tambores de la guerra que estaba por iniciar. Alberto Anaya, presidente del Partido del Trabajo (PT), hablaba en voz baja con Ricardo Monreal acerca de las instrucciones que estaba girando a escala nacional --Me narró Miranda, quien escuchaba la conversación--. Anaya decía que la gente estaba "lista" en todo el país y que estaban desenterrando las "hachas" para levantarse al día siguiente. Miranda oyó incluso la expresión: "¡Que corra la sangre!" Anaya habría rematado sus amenazas diciendo que era la guerra: "¡Es la guerra!".Entré en la sala y un tufo de aire caliente y denso me llegó a la cara. Saludé de manera general y tomé asiento. Recuerdo que en una de las cabeceras de la mesa rectangular estaba Dante Delgado, del Partido Convergencia. Sin que hubiese iniciado la conversación, Dante vociferaba, manoteaba y hacía movimientos amenazantes. Sus ojos estaban excesivamente rojos y no dejó de gruñir, hablar y manotear a lo largo de toda la sesión. La escena era de tensión extrema. El primer tema de la reunión fue el PREP. Gerardo Fernández Noroña, vocero de la CPBT, se paró y me dijo que el PREP estaba manipulado. No me acusaba todavía, pero en su opinión "algo" o "alguien" lo había alterado. Lo afirmaba de manera tajante, pero sin datos ni sustento. -- Gerardo, no es posible manipular el PREP, dime cuáles son las evidencias que tienen-- le pregunté. Noroña estaba exaltado, como todos los demás. En sus ojos se reflejaba total convencimiento de lo que decía, pero no tenía pruebas para respaldar su argumento. "O se abren todos los paquetes electorales o el país enfrentará una crisis sin precedentes". Nunca olvidaré las expresiones que se vertieron en esa mesa.
Manuel Camacho Solís dijo que sobre mis hombros estaba la responsabilidad histórica de evitar una crisis política nacional. Horacio Duarte amenazó al decir que 2006 era muy diferente al 88: dijo que ahora estaban más organizados, tenían gubernaturas, acceso a presupuesto, y advirtió que llevarían el movimiento de resistencia hasta sus últimas consecuencias. No debo narrar hasta qué punto se tensó el ambiente con esa declaración. Ahora recuerdo qué compleja y difícil fue esa reunión. Me estaban amedrentando y amenazando. "En tus manos está evitar una crisis política nacional, violencia y la repetición del 88". Vaya coincidencia. Ahí estaba sentado Manuel Camacho Solís, quien había sido el mayor defensor de la elección de 1988 y que se había negado a la apertura de los paquetes electorales que había solicitado el entonces Frente Democrático Nacional (FDN). El 6 de septiembre de 1988 Camacho Solís, entonces secretario general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), había declarado: "Condicionar la validez de la elección en la apertura de los paquetes, es un argumento político, que supondría poner en duda todo el proceso electoral previo, en el cual participaron los ciudadanos y los partidos". Manuel Camacho Solís cambiaba de opinión. Ahora usaba el argumento que antes había rechazado. ¿Se vale cambiar de posición legal y política cuando cambia el lugar donde uno está sentado? En 1988 Camacho estaba en la antesala del poder. En 2006 llevaba más de 10 años en las orillas del poder. ¿Eso explicaba su cambio de piel? La diferencia entre Camacho Solís y yo era que él sí había defendido a su candidato, Carlos Salinas de Gortari, de la acusación de fraude electoral en un momento en que las elecciones eran organizadas por el gobierno. Dieciocho años después yo presidía una institución autónoma del Estado mexicano, y mi función no era defender el triunfo de nadie, como había sido el caso de Camacho Solís, sino defender la legalidad de la elección. ¿Fraude a la verdad?López Obrador encontró en su demanda de voto por voto, casilla por casilla un arma retórica de perfecta sencillez. Era irrebatible. "Quien nada debe, nada teme", solía decir. Argumentaba que la elección había sido un "cochinero" y que se habían falsificado actas y "embarazado urnas". Afirmaba que si se contaban nuevamente todos los votos él ganaría. Y usaba falacias para justificar su "triunfo". En una entrevista dijo: "Yo sostengo que yo gané la elección". Y vale la pena leer con detenimiento la explicación a su certeza: "[...] porque si se hace una revisión casilla por casilla, paquete por paquete [...] yo estoy arriba". Puesto en términos más sencillos, el argumento es: "Yo gané porque estoy arriba". Es una falacia porque se trata de un argumento circular indemostrable, que gira sobre su propio eje. "Yo gané porque estoy arriba". Y ¿por qué estás arriba? "Porque yo gané". Luego, cuando se le pedían pruebas, decía: "Si no me creen que gané, abran los paquetes". Era un engaño. AMLO trasladaba la carga de la prueba a los otros y con ello fortalecía su propia demanda.
La guerrilla como ejemplo
Los ejemplos por analogía a veces son útiles. Imaginemos que un grupo guerrillero anuncia que pondrá tres bombas en la ciudad. El Ejército interviene para evitar la catástrofe. Logra desactivar dos de ellas, pero una estalla. Mueren varias personas. El Ejército es acusado de esas muertes. ¿Es lógica la conclusión? ¿Es justo el juicio? ¿Quién es responsable de la duda que se causó en 2006? ¿El acusador que distorsionó la realidad o el acusado que dio respuesta, a veces de manera tardía, a las acusaciones? Como en el ejemplo, si el grupo guerrillero no hubiera puesto las bombas en un primer momento, no habría habido muertes que lamentar. Sin duda el IFE pudo haber tenido una mejor estrategia de comunicación, pero ninguna campaña de comunicación rinde frutos cuando los contendientes se comportan de manera desleal, distorsionan la verdad y minan la autoridad del árbitro electoral. Reitero, el asunto estructural que explica la falta de confianza de la elección de 2006 no son los errores del IFE o las boletas mal llenadas, sino la estrategia de uno de los contendientes para desacreditar una elección que no le favoreció. Quince millones de mexicanos votaron por AMLO. Cientos de miles de ellos le creyeron, independientemente de las pruebas que ofreció y de la calidad con la cual el IFE organizó la elección.
La llamada de Elba Esther
Luis Carlos Ugalde narra las reacciones de Elba Esther Gordillo ante una llamada telefónica al ex presidente del IFE en 2006
Grupo Reforma
Ciudad de México (19 de octubre de 2008).- Cuando estaba bajando de la camioneta para ingresar en la sala de sesiones del Consejo General, una vez concluida la conversación con el presidente Fox, Alejandro Ríos Camarena recibió en su teléfono una llamada de Elba Esther Gordillo. ---Habla Elba Esther Gordillo. Comuníqueme con Luis Carlos Ugalde-- le dijo la lideresa magisterial. --El doctor Ugalde no puede tomar la llamada, está a punto de entrar en la sesión del Consejo General. --¡Cómo que no puede tomar la llamada! Usted no sabe quién soy. -- Necesito hablar con él, porque está poniendo al país en una situación muy grave. Necesito hablar con él antes de que inicie la sesión. Ríos Camarena insistió: -- No puedo comunicárselo. La doble negativa de Alejandro enfureció a "la maestra". Ella había sido gestora de mi elección como presidente del IFE en 2003 y en el momento más crítico de mi gestión mi secretario particular le negaba el contacto conmigo. Lo insultó y le dijo que se arrepentía de haber votado por mí como presidente del IFE años antes. --Ha sido el peor error de mi vida —dijo Elba Esther. Alejandro cortó la llamada. Estábamos ingresando en el salón de sesiones del Consejo General. Eran las 11:45 de la noche. Sonó nuevamente el teléfono de Ríos Camarena. --Necesito hablar con el consejero presidente. Era nuevamente Elba Esther Gordillo. --No puede tomar la llamada-- reviró Ríos Camarena. --Dígale que le faltó valor para decir quién ganó. Tiempo después una persona que había presenciado la conversación de Elba Esther con mi secretario particular me narró que estaba furiosa. Quería que anunciara que Calderón había ganado. Al colgar conmigo habría dicho: --Le faltaron huevos a Ugalde.
Ciudad de México (19 de octubre de 2008).- Cuando estaba bajando de la camioneta para ingresar en la sala de sesiones del Consejo General, una vez concluida la conversación con el presidente Fox, Alejandro Ríos Camarena recibió en su teléfono una llamada de Elba Esther Gordillo. ---Habla Elba Esther Gordillo. Comuníqueme con Luis Carlos Ugalde-- le dijo la lideresa magisterial. --El doctor Ugalde no puede tomar la llamada, está a punto de entrar en la sesión del Consejo General. --¡Cómo que no puede tomar la llamada! Usted no sabe quién soy. -- Necesito hablar con él, porque está poniendo al país en una situación muy grave. Necesito hablar con él antes de que inicie la sesión. Ríos Camarena insistió: -- No puedo comunicárselo. La doble negativa de Alejandro enfureció a "la maestra". Ella había sido gestora de mi elección como presidente del IFE en 2003 y en el momento más crítico de mi gestión mi secretario particular le negaba el contacto conmigo. Lo insultó y le dijo que se arrepentía de haber votado por mí como presidente del IFE años antes. --Ha sido el peor error de mi vida —dijo Elba Esther. Alejandro cortó la llamada. Estábamos ingresando en el salón de sesiones del Consejo General. Eran las 11:45 de la noche. Sonó nuevamente el teléfono de Ríos Camarena. --Necesito hablar con el consejero presidente. Era nuevamente Elba Esther Gordillo. --No puede tomar la llamada-- reviró Ríos Camarena. --Dígale que le faltó valor para decir quién ganó. Tiempo después una persona que había presenciado la conversación de Elba Esther con mi secretario particular me narró que estaba furiosa. Quería que anunciara que Calderón había ganado. Al colgar conmigo habría dicho: --Le faltaron huevos a Ugalde.
La llamada de Fox
Luis Carlos Ugalde destaca en el extracto de su libro, la reacción de Vicente Fox ante la postura del IFE en las elecciones de 2006
Grupo Reforma
Ciudad de México (19 de octubre de 2008).- Hacia las 11:40 (del 2 de julio de 2006), poco antes de entrar a la última sesión del Consejo General, cuando iba a bordo de la camioneta que me transportaba a la sala de sesiones, hablé con el Presidente. La charla fue ríspida y desagradable. -- Señor Presidente, como ya lo ha escuchado, la elección está tan cerrada que no pudimos anunciar quién ha ganado la elección para Presidente de la República. Esperaba una respuesta de apoyo institucional. No la hubo. Con tono seco y altivo me dijo que era una lástima que no hubiera anunciado ganador. Según él, todas las encuestas "serias" mostraban un ganador claro. En las palabras y en el tono del Presidente Fox intuí que pensaba que el IFE estaba omitiendo la información por algún motivo. Reviré de inmediato: -- Señor Presidente, la encuesta más seria del país es la que hizo el IFE, no hay otra con tanta precisión. No haber dado a conocer a un ganador es resultado de una recomendación del Comité de Científicos del Conteo Rápido, no mía. Con su tono y actitud, Fox pretendía transferirme la culpa de la potencial ingobernabilidad del país. Olvidaba que sus declaraciones durante las campañas habían contribuido a construir un clima conflictivo. No recordaba que en febrero de 2006 le había explicado la importancia de mantenerse neutral frente a las campañas para que, en caso de una elección difícil, como la que estábamos viviendo, él pudiera ser parte de la solución y no del problema. Pero ahora me culpaba de gestar una crisis por no declarar ganador. Molesto, le dije: -- Mi función como presidente del IFE es respetar los acuerdos de su Consejo General y acatar la decisión del Comité del Conteo Rápido. El comité me informó que la elección está tan cerrada que es imposible saber quién ganó. Y así lo hice. Colgamos de manera abrupta. Yo estaba bastante molesto. Supongo que él lo estaba más.
Ciudad de México (19 de octubre de 2008).- Hacia las 11:40 (del 2 de julio de 2006), poco antes de entrar a la última sesión del Consejo General, cuando iba a bordo de la camioneta que me transportaba a la sala de sesiones, hablé con el Presidente. La charla fue ríspida y desagradable. -- Señor Presidente, como ya lo ha escuchado, la elección está tan cerrada que no pudimos anunciar quién ha ganado la elección para Presidente de la República. Esperaba una respuesta de apoyo institucional. No la hubo. Con tono seco y altivo me dijo que era una lástima que no hubiera anunciado ganador. Según él, todas las encuestas "serias" mostraban un ganador claro. En las palabras y en el tono del Presidente Fox intuí que pensaba que el IFE estaba omitiendo la información por algún motivo. Reviré de inmediato: -- Señor Presidente, la encuesta más seria del país es la que hizo el IFE, no hay otra con tanta precisión. No haber dado a conocer a un ganador es resultado de una recomendación del Comité de Científicos del Conteo Rápido, no mía. Con su tono y actitud, Fox pretendía transferirme la culpa de la potencial ingobernabilidad del país. Olvidaba que sus declaraciones durante las campañas habían contribuido a construir un clima conflictivo. No recordaba que en febrero de 2006 le había explicado la importancia de mantenerse neutral frente a las campañas para que, en caso de una elección difícil, como la que estábamos viviendo, él pudiera ser parte de la solución y no del problema. Pero ahora me culpaba de gestar una crisis por no declarar ganador. Molesto, le dije: -- Mi función como presidente del IFE es respetar los acuerdos de su Consejo General y acatar la decisión del Comité del Conteo Rápido. El comité me informó que la elección está tan cerrada que es imposible saber quién ganó. Y así lo hice. Colgamos de manera abrupta. Yo estaba bastante molesto. Supongo que él lo estaba más.
CO-MENTARIO:
Sólo para estómagos resistentes, la lectura de este libro puede causar agruras, amarguras, ardores, naúsea, diarrea y vómito. De entrada da asco saber cómo la voluntad de los ciudadanos de este país pues vale gorro y está depositada en las peludas manos codiciosas, avaras, de un grupo de zánganos mafiosos mercaderes del poder. Voto por voto, casilla por casilla, haiga sido, como haiga sido, nos vieron y siguen viendo la cara de sus tarugos. Y vendrán más elecciones, y vendrá más inmundicia y luego vendrán los libros expiatorios... y... y...
20 comentarios:
mejor me espero a que la biblioteca lo tenga
..o que salga en pdf
Yo sí le creo a Ugalde... jaja en serio.
Naturalmente que Ugalde iba a salir a la defensa de su gestión.
A mi juicio la cautela con la que se desempeñó el IFE era la única salida correcta, a pesar de que sí, la situación era muy volátil. Probablemente la tremenda dilación entre el resultado (final) del PREP y el conteo distrital dio tiempo a que se calmaran los ánimos entre los seguidores de AMLO y que les fuera cayendo el veinte poco a poco.
Empero, considero que a Ugalde la faltó energía a la hora de las relaciones públicas.
Oohhh, Elba Esther. Quién lo diría.
a toro pasado...cualquier explicacion carece de validez y su valentia queda en entredicho...
¿Ahorita ya pa' que lo dice?
Pendejo.
ok, hay que ser políticamente correctos con la izquierda y meter la muletilla de "todos son basura", eso lo entiendo...
pero ahi dice... fox me presiono para dar a conocer los resultados... los pejistas amenazaban con sangre... pedí mesura y el peje se la pasó por el arco.
así que la info del book no está tan chida que digamos.
Y si habrá hecho fraude?
solo espero que en el libro no salga algo tipo juego de lágrimas con lo de Elba Esther.
Mmmmhta, me suena como al "me la jugué" de lino corrompe
pinche wey chinllón
Como dijera Profirio Remigio: "Pa'mi que todos son ojetes"
Pues mientras son peras o manzanas, peje no ha demostrado con papel en mano que hubo fraude, el prd debe tener en su poder TODAS las actas del 2 de julio, al término del proceso se le entregó a cada representante de partido una copia FIRMADA por todos los integrantes de casilla asi como los representantes de partidos.
Para que querian que se abrieran las cajas?. Como dicen en mi pueblo: porqué nunca denunció si tenía los pelos de la burra en la mano?
.
Esas regresiones que no conducen a nada, solo al re-sentimiento.
De acuerdo con Pk2.
Nada nuevo bajo el sol. Unos dicen que hubo fraude, otros dicen que no lo hubo. Unos dicen que los presionaron y todos nos salimos por la fácil al decir "Todos los políticos son igual de marranos" y así, ad infinitum, ad nauseam y (al menos en mi caso) "ad-sta la madre" de este tema.
Y es que, señor Ugalde, no es tema... al menos no 2 años después de los hechos.
Como que hay cosas más importantes en este momento que regresar a uno de los asuntos que más nos dividen como pueblo.
Para mi, la opinion de Ugalde si es importante. En ester fragmento que acabo de leer, se demuestra que:
a) A pesar de que la Maestra Gordillo voto por el, el no le devolvio el favor.
b) Actuo independientemente del gobierno de Fox
c) No cedio a las presiones de AMLO y compania
d) Actuo con prudencia y de manera independiente.
Tal vez, me califiquen de "Naive", pero yo SI LE CREO A UGALDE!
Saludos.
Las evidencias numéricas, las evidencias históricas, las evidencias sólidas indican que Ugalde no está mintiendo. Quizá se le pueda acusar de ponerse como víctima de todos, cuando ha quedado claro que no supo manejar la situación. Le faltaron, no los huevos, pero si las neuronas que le sobraban a Woldenberg.
Saludos
Los pgasnos, con doctorados o poetas de baño, jamás van a aceptar eso.
No digo que el libro de Ugalde mienta.
Lo que digo es que publicarlo ahora es poco prudente.
No ha pasado tanto tiempo como para que las heridas se cierren y, conociendo la manera tan primitiva en que funciona la mente de la gran mayoría de los PGzombies van a decir que esta es una "prueba más del fraude".
Claro, ninguno de ellos se va a tomar la molestia de leer el libro (como hicieron con el de Tello) y van a basar sus opiniones en encabezados de periódicos y en las reseñas y editoriales que publiquen sus líderes de opinión, léase Arreola, la izquierda monera/montonera, la "Pookie", el otro Hernández, etc, etc, etc...
Con tanta bilis acumulada en tantas plumas de la izquierda nada más esperando para atacar al que se pueda, yo que Ugalde, me hubiera esperado unos años.
manex, a chinga! y ora porque no puede hacer business el don? si el resentido es otro? que, tanto miedo ya le tenemos?
Ya lo dije, a ver si en la guerra a cachetadas ganan... o que? mejor de puntitas para no molestar al Don Locuaz?
NI MAIRE!
Triste, muy triste lo que ha generado López Obrador: fanatismo. Nadie contesta racionalmente, nadie hace uso del análisis, o, como mínimo, la cordura. Todo escrito es acompañado del insulto, caramba, !que seguidores! Estoy de acuerdo que cada quien es libre de opinar lo que le venga en gana, sí, pero nuestras respuestas son el reflejo de lo que somos, de nuestro comportamiento. Espero insultos, pero, por favor, cuando escriban, háganse la pregunta: ¿asi soy?.
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