jueves, 4 de septiembre de 2008

PAPELEO EN LOS TECOSMAGU, EN OVACIONES

Los Tecos de la U de G, van bien posicionados con 11 puntos, sin embargo el presidente del equipo, el señor Antonio Leaño, corrió al director técnico...porque no quiso alinear a un hijo del señor Leaño!...y conbtratatorn a Herrera, el mismo que no pudo salvar al Veracruz del descenso.

12 comentarios:

Daniel dijo...

Don Magú:
Son los tecos de la UAG, no de la U de G.
Al parecer es contagioso, el Sacatrips tambien la confundió la semana pasada.
Saludos!

Pável dijo...

jajaja... Ya ven? por eso no progresamos saludetes

Ricardo dijo...

el contrato dice...

juega el Cheto Leaño y 10 mas....

Jorge A. dijo...

Es verdad, esas confusiones de sueco y suizo y de U de G y UAG le ponen bastante entropía a este blog.

tazy dijo...

AAAAGHHHH aaaaaaaaaaaaghhhhhhhhhhhhh

tecos nooooooo


los de la UdG somos ateos gracias a dios

Cínico dijo...

Los de la U de G eran los Leones negros, recuerdo que de ahí salieron Daniel Guzmán, Octavio Mora, el Vikingo Dávalos, etc...

Muy bonito uniforme, negro, amarillo y rojo, creo que a lo más que llegaron fue a dos subcampeonatos y a ganar una copa o no?

Cínico dijo...

Por cierto, sobre la U de G y el cambio de rector encontre esta nota en Mileño:

Porros vs. Porros
La U de G para principiantes

1982 en la Universidad de Guadalajara. Eran tiempos todavía donde la Federación de Estudiantes de Guadalajara (la mal afamada FEG) gobernaba a los estudiantes y los hacía participes desde atracos descarados a vinaterías abordo de camiones secuestrados (los
famosos “bajes”) hasta marchas a favor de Salvador Allende o de Fidel Castro en los mismos camiones.
5-Septiembre-08

En la universidad cabían desde chilenos exiliados y escritores famosos hasta el más abyecto hampón disfrazado de estudiante. La variedad del bufete académico-folclórico-ideológico-materialista-maximalista era vasta y sobrada. Eran tiempos aquellos de los setenta y ochenta en que la impunidad, la complicidad gubernamental, la lambisconería, la traición, la violencia y el agandalle marcaban la vida de la política universitaria. Bajo un discurso izquierdoso y seudointelectual llegaba una nueva horda de hampones y porros a dirigir la FEG, entonces tolerada y premiada, por los gobiernos priístas en fila india, que después se convirtieron en funcionarios universitarios.

Llegaron a apropiarse de toda la vida universitaria y llegaron con afanes megalómanos y faraónicos y se volvieron los mecenas, medesayunas y memeriendas de los famosos intelectuales mexicanos, aquellos chicos que con Luis Echeverría se cuadraban y se congratulaban llenos de generosas becas para legitimarlo. Así, pronto se sacaron de la manga la Feria Internacional del Libro, la Muestra de Cine Mexicano, la Muestra Internacional…. y descubrieron de pronto, como viejos dinosauriosprogres priistas, que la “promoción de la cultura” es siempre políticamente correcta, generando mucho roce social y un mundo de amistades maravillosas y legitimadoras, claro todo bajo el despilfarro de fondos universitarios, donde se confundía a Carlos Fuentes con Juan Gabriel.

Desde los setenta se cimentó un poder real y único en la Universidad de Guadalajara. Después de él sólo habría rectores a la medida. Siempre con la idea de que él había sido el único rector a la altura de Su Universidad. Los demás se movían en dirección de sus intereses y de sus caprichos. Raúl Padilla era el Big Brother en la versión más orwelliana de la vida universitaria. Nada se movía sin saberlo, pobre de aquel que cuestionara públicamente sus actividades o que criticara con libertad la situación en la universidad, lo más seguro es que le hicieran la vida de cuadritos sino es que antes ya había sido despedido. Aun así dejaba trabajar a mucha gente valiosa siempre y cuando no fuera cuestionado, no tuviera los reflectores de la crítica. Era omnipresente y todopoderoso, estaba en todos lados y lo mismo te premiaba que te castigaba hasta el último de tus días terrenales, aceptaba que fueras crítico con todo y con todos menos con él. Los únicos reflectores que permitía era el del glamur y el éxito, el mundo mediático de los aplausos y los vítores. Así empezaron a caminar en la Rectoría hombres puestos por él y para él. Briseño siempre fue su cuarto hasta convertirse en su segundo a base de lealtad, complicidades y lambisconería para así poder llegar a la Rectoría.

Briseño no sé si fue mareado por un hombre barbudo y piadoso, no sé si fue traicionado por su ambición desmedida, porque realmente un personaje salido de ese pasado oscuro y siniestro poca confianza puede generar, a pesar de que esgrimía pruebas sobre las verdades aceptadas por la mayoría de los jalisquillos —corrupción y desvío de fondos universitarios—, seguía siendo un personaje poco creíble. Al final quedaba la sensación que no era el típico thriller entre buenos y malos, sino una historia de malos y de perdedores; una historia más de agandalle, traición y de una búsqueda incesante del poder y del presupuesto universitario.

Esto no es una lucha de charros contra gángsters, sino de porros contra porros.

Rafael dijo...

Finalmente, la educación vale queso....

y el deporte quesillo

Descreido dijo...

No pues si, y la UNAM es un lecho de rosas, mi querido cinico.

Cínico dijo...

descreido:

Tienes razón, por fortuna yo estudie y trabajo en el Poli

tolonche dijo...

no seria mejor que el cheto fuera el tecnico? asi pues se quitan de problemas en andar contratando tecnicos

Daniel dijo...

Tolonche:
No puede ser el cheto, si no a quien culparían de que descienda a 1a A?